20.12.12

Jorge Luis Borges

Borges retratado en Nueva York por Diane Arbus
 
Hacia 1905, Hermann Bahr decidió: El único deber, ser moderno. Veintitantos años después, yo me impuse también esa obligación del todo superflua. Ser moderno es ser contemporáneo, ser actual; todos fatalmente lo somos. Nadie –fuera de cierto aventurero que soñó Wells– ha descubierto el arte de vivir en el futuro o en el pasado. No hay obra que no sea de su tiempo.
     
[Jorge Luis Borges, del prólogo a Luna de enfrente. Obra poética 1923-1985]

     

Es curiosa la suerte del escritor. Al principio es barroco, vanidosamente barroco, y al cabo de los años puede lograr, si son favorables los astros, no la sencillez, que no es nada, sino la modesta y secreta complejidad.
 
[Jorge Luis Borges, del prólogo a El otro, el mismo. Obra poética 1923-1985]
 
 
     
Como los de 1969, los jóvenes de 1923 eran tímidos. Temerosos de una íntima pobreza, trataban como ahora, de escamotearla bajo inocentes novedades ruidosas.

 
[Jorge Luis Borges, del prólogo a Fervor de Buenos aires. Obra poética 1923-1985]