10.9.12

Lo que no pega


 
 
Estoy deseando conocer un intento logrado de música y pintura unidas en una sola pieza, y que ese formato ya no sea música ni pintura, sino otra cosa. En las películas sí ocurre, con audio y visual hay posibilidad de cine. Creo que lo gustoso de la pintura y la música no es su fusión sino sus equivalencias, esto es: la capacidad de pillarte desprevenido, el guión roto, lo que no pega, el sonido y la imagen fuera de sitio, el regate, que te la cuelen. Y es que un disparo de trompeta fuera de tiempo, cosido a un tropiezo del ritmo, ese asombro, al arte le viene bien. Del mismo modo, una línea interrumpida sin venir a cuento, una figura inexplicable, o un color que no es el suyo, pueden hacer que la pintura sea maravillosamente incomprensible, negándote lo que le pides como imagen pero regalándote en su lugar algo que desconoces.

Importante, todo ello sin perder la fluidez, que tenga lo que los negros llaman "el flow".  
La dosis de belleza, o su ausencia, depende de cada artista.
Luego está qué se cuenta, pero eso es otro tema.
 
 Un ejemplo muy didáctico: Irakere en vivo, lo que hace el ritmo desde el 0:22, en el primer vídeo, esa acrobacia entre la batería y la sección de vientos, como un trapecista que sobreactúa el riesgo, donde ya no importa si es fingimiento porque lo que queremos es que nos asuste.