24.9.09

Taller de creación pictórica, por Miguel Gómez Losada.
Contenidos escritos por Miguel Gómez Losada © 2009
Contenidos y dinámica:

-Pintar.

-El taller está destinado a cualquier lenguaje pictórico, orientando el trabajo de seguimiento según la necesidad creativa de la persona. Por paralelismo con el trabajo de Miguel Gómez Losada, se pondrá especial atención en el paisaje salvaje y el mundo vegetal como catalizador de las emociones y el pensamiento.

-Se propondrán ejercicios para pintar el espectro anímico.

-El taller de creación dispone de modelos para pintar la figura humana del natural, con el fin de mejorar nuestro dibujo.

-Recibiremos visitas de otros artistas, escritores, músicos, que mediante su trabajo hayan conseguido unir el arte a la vida. Y de forma esporádica se celebrarán lecturas poéticas y charlas de distintos autores con la intención de naturalizar la relación entre disciplinas artísticas.

-Están previstas excursiones y salidas a lugares que fomenten la contemplación directa con el paisaje, urbano o salvaje, así como la observación de las plantas, con el fin de advertir emociones asociadas a su fisonomía. Se complementarán estas experiencias con visitas a museos, lugares patrimoniales o de concentración cultural.

-Habrá un blog que recoja la experiencia artística del taller de creación.

-El Jazz, el Soul y el Funk como vehículo de las emociones, estableciendo comparaciones entre esta música anímica –en su vertiente instrumental- y la pintura.

-El mundo vegetal como escenografía –subordinada- de personajes ilustres y acontecimientos históricos en la pintura antigua.

-El paisaje en los dibujos animados y en el cómic.


Algunas notas

-La pintura, en su condición de imagen corpórea que se construye progresivamente, -una unidad de materia, seguida de otra unidad de materia y así sucesivamente- es el lenguaje óptimo para entender el cuadro como un registro del paso del tiempo. Así, la experiencia vital, intelectual y emocional -a modo de biografía que se va transparentando en la obra-, propicia encontrar el vocabulario artístico propio.

-La pintura es una tecnología primaria sin apenas maquinaria entre el ser humano y el cuadro, que se convierte por su condición manual en una caligrafía del estado de ánimo, susceptible de variar según la evolución de los pensamientos. Esta variación anímica en el tiempo trasladada a la obra, -al igual que en el teatro, la danza, performances, muestras escénicas de diversa índole, la música en directo y cualquier proceso artístico que transcurre- es su razón de ser. Además, y a diferencia de las disciplinas mencionadas antes, la pintura no es efímera, es una acción que queda.

-El cuadro es el escenario del pintor. El guión o argumento determina el resultado tanto como la improvisación. La improvisación del trazo puede ser un gesto rápido si se quiere capturar un instante del ánimo, y lento si lo que interesa son sus variaciones.

-La pintura puede ser el lenguaje de los visionarios: hace -visible- el mundo propio de los sueños y la imaginación.


-La belleza tiene mayor alcance cuando se la entiende como un recorrido hacia la utopía (proyección humana de un mundo idealizado).

-El paisaje salvaje es un contenedor de estados de ánimo: cada árbol, planta, hoja, según su anatomía, puede contener la forma del sentimiento del que observa. También, una simple rama pintada – entendiéndola como rúbrica el pensamiento- puede sugerir al espectador, según su inclinación, luz, forma, y aire que la envuelve, el momento anímico del pintor.
-Las partes del árbol son: Estrellas, nubes, viento, pájaros, luz, copa, tronco, raíz, tierra y agua. La naturaleza vegetal puede ser en sí misma una metáfora de la inocencia.


-Existen grandes películas de amor, grandes novelas y poemarios de amor, y por supuesto grandes canciones de amor. En otras disciplinas artísticas no está reñida la calidad de la obra con el sentimiento afectivo. El amor rige el mundo y da sentido a la existencia. Entonces, ¿por qué existen reticencias para hacer cuadros de amor? ¿asusta o avergüenza el amor como argumento explícito en las artes plásticas?


-El arte más allá del cinismo, de la queja, y de la denuncia. El arte no tiene por qué -dar respuesta- más o menos poética, a lo que los medios de comunicación destacan como actualidad relevante. El arte es un acto de creación, y como tal puede -hablar primero-, iniciar pensamientos, actitudes, y proponer una nueva realidad.


-El arte no tiene por qué ser espectacular. El arte no tiene por qué ser gracioso.

- Un cuadro es un objeto físico, y ponerse frente a él es una experiencia corpórea, una presentación directa sin intermediarios. Ver un cuadro en Internet o en un libro es ver su re-presentación. Es una traducción a papel o a web necesaria para su divulgación, pero sin olvidar que esa foto del cuadro no es la pieza, sino una especie de mensajero que habla de ella.


-¿Por qué son frecuentes los textos de arte donde se usa un lenguaje dificultoso, a veces incomprensible incluso a escritores de reconocida capacidad intelectual?


-Evitar la búsqueda premeditada del estilo. El trabajo sincero y continuado en el tiempo irá proporcionándonos un lenguaje propio.

-Evitar el seguidismo de clichés “a la moda”. Es el artista quien abre caminos, y no el discurso en boga el que guía al artista. No hay que preocuparse por parecer “artista contemporáneo”. Lo que hoy es actual mañana no lo es. El esfuerzo artístico debe orientarse para poner de manifiesto la verdad personal, trabajando con técnicas y formatos que por su naturaleza sean acordes a lo que uno piensa y a lo que uno siente.

-Evitar la ambición desmedida por encontrar el éxito, así como la obsesión por las becas y premios como desarrollo del artista. En un orden de valores, lo primero es investigar, encontrar, construir y depurar el lenguaje pictórico propio. Luego la difusión de la obra y canalización en galerías y ámbitos artísticos para comunicarla.


-No sentir vértigo al acabar la carrera de Bellas Artes. Tampoco al desamparo institucional después de los 35 años, que es cuando dicen que uno ya no es joven.


-El artista tiene una ética profesional. No es aceptable seducir a otros artistas de reconocido prestigio, comisarios de arte o periodistas culturales fingiendo o sobreactuando el afecto para lograr que nos favorezcan en nuestra trayectoria. Las personas dispuestas a ayudarnos con su mecenazgo, o simplemente propiciando la difusión pública de nuestro trabajo, no son peldaños de una escalera hacia la fama, son personas generosas que no merecen falsedad en el trato, sino nuestra sinceridad y agradecimiento público.


-El pintor, al igual que el escritor, es un ciudadano con mentalidad colectiva, y puede opinar públicamente, escribir, y ser organizador cultural. El arte nutre la cultura, y la cultura da identidad a las ciudades. El artista ocupa un lugar significativo en la sociedad.





Apoyan este taller:


José María Báez (artista)
Juan Cuenca (arquitecto y miembro del Equipo 57)
José Guirao Cabrera (director de La Casa Encendida)